lunes, 16 de mayo de 2016

REFLEXIÓN SOBRE LAS DIFICULTADES DE LA PARTICIPACIÓN DE LAS FAMILIAS EN LA ESCUELA
            Desde el siglo XVII múltiples voces han aclamado el poder de la escuela como transmisora de aquellos valores incapaces de ser absorbidos por los niños mediante la familia (Feito, 2010). Y así ha sido: mientras las familias eran el primer agente socializador, transmisor de los valores más elementales, la escuela ha ido complementándolos tanto para la mejora de la educación como para la del desarrollo integral de los más pequeños.
            Numerosos cambios sociales han ido produciéndose a lo largo de los últimos siglos, y con ello la visión de la educación y el papel que han de tomar las familias en las escuelas. Así, podemos decir que lo que hoy en día conocemos como familia moderna: lazos afectivos e íntimos fuertes; individualismo afectivo, que lleva a los vínculos matrimoniales por elección propia y guiados por el amor romántico, y el aumento en la orientación al consumo en lugar de a la reproducción (Giddens, 2007), difiere enormemente del concepto de familia premoderna. De la misma forma, esos cambios en una sociedad cada vez más moderna y globalizada han llevado a una concepción del niño de tener que alcanzar el máximo privilegio, haciéndole equiparable al trato que recibe una persona de gran prestigio, tal vez por querer darles lo que los padres no tuvieron o por complejo.
Distinguimos cuatro tipos de familia según su papel educador: aquellas con buenas relaciones y muy unidas, además de no tener la necesidad de abrirse al exterior; las que constantemente llevan al conflicto por el escaso contacto; en las que prima la coexistencia pacífica (hay conflictos pero no notables), y aquellas que muestran una buena comunicación y se muestran abiertas (Feito, 2010).
Por otra parte, en las escuelas se ha querido introducir en los últimos años, de golpe, las novedades que el mercado ha ido sacando a la luz, inducidos por el deseo de ser los primeros en calidad de enseñanza y provocando a su vez el efecto contrario al deseado: poca formación del profesorado para la utilización del mismo, mal uso de los medios, consumismo que parte de la población no puede permitirse y frustraciones por parte de las familias por ello… Además, el aumento de años obligatorios de escolarización ha supuesto una visión de que “más cantidad se hace equivaler a menor calidad” (Feito, 2010), por la poca adaptabilidad de los contenidos escolares a la realidad social, y “de la cual es cómplice el hedonismo que promueven entre sus hijos las familias” (Feito, 2010).
La frustración e impotencia crecientes en el sector docente consecuentes de la relegación por parte de los padres de las tareas educativas de sus hijos a los mismos, bien por la ocupación en el trabajo, la incompatibilidad de horarios, la sobreprotección o la incapacidad para manejarse en el nuevo mundo tecnológico de los niños, o bien por reformas educativas ante la crisis (reducción del profesorado, aumento de las ratios…) recalca que la intervención de los padres en la educación de sus hijos es necesaria, puesto que desde la escuela es muy difícil transmitir una educación en valores y las pautas necesarias que formen y completen al niño como ciudadano. De esa forma, mientras que los profesores quieren tener una educación en la que la calidad prime sobre las demás cosas (asumiendo papeles de todo tipo que nada tienen que ver con la concepción de los profesores de antaño y viéndose a sí mismos desbordados por ello), muchos padres solo quieren de ella que los alumnos aprueben y pasen de curso, asumiendo un papel sumiso en la educación de los más pequeños y dejando el rol socializador de padres, como hemos dicho antes, al cuerpo docente. Todo ello se ha debido, entre otras cosas, a la elección de centro, guiándose algunos padres solamente por el hecho de ser escuelas de prestigio aquellas en las que escolarizan a sus hijos, teniendo así amplias expectativas de la educación que los pequeños recibirán y sin embargo revelándose cuando aparecen contratiempos (Feito, 2010).
Por tanto y como conclusión a lo anteriormente expuesto, ha de haber un cambio en la mentalidad tanto de padres como de profesores, de tal forma que ambos sectores pongan de su parte para colaborar en la realización del niño como persona y del centro educativo en sí, además de velar ambas partes por el cumplimiento de la forma de educación que le es correspondiente, no delegando esa labor para el otro, en ningún caso.
BIBLIOGRAFÍA
Feito, R.  (2010). Familias y escuela. Las razones de un desencuentro. Educación y Futuro, 22, 87-107.
Giddens, A. (2007): Sociología. Madrid: Alianza.

Paloma Serrano Esteban

miércoles, 4 de mayo de 2016

Técnicas de investigación:

la observación.


Es un procedimiento empírico por excelencia, el más primitivo y a la vez el más usado.
La observación es un procedimiento de recolección de datos e información que consiste en utilizar los sentidos para observar hechos y realidades sociales presentes y a la gente donde desarrolla normalmente sus actividades.
El investigador hablará también de observación en oposición a experimentación. En tal caso, la observación designa esa fase de la investigación, consistente en familiarizarse con una situación o fenómeno determinado, en describirlo y en analizarlo con el fin de establecer una hipótesis coherente con el cuerpo de conocimientos anteriores ya establecidos.
Los datos se estructuran para organizarlos según los intereses de la investigación y el investigador debe ser declarado y aceptado por la comunidad.
La observación puede ser estructurada o no estructurada. La no estructurada es libre y la estructurada se basa en guías de observación.
El observador puede ser participante cuando asume un rol en la vida en la comunidad y no participante cuando es ajeno a las situaciones observadas. Se puede realizar tanto en la vida real como en el laboratorio/situación creada o forzada.
Los instrumentos para la observación pueden ser: diario de experiencias vividas, cuaderno de notas, cuadros de trabajo con datos organizados, mapas, dispositivos mecánicos para filmar o grabar las situaciones (siempre que no alteren la realidad).
Los elementos que lo forman son: el sujeto observador, lo observado, los medios para observar, los instrumentos de observación y el marco teórico en el que se engloba la investigación.

VENTAJAS: instantáneo, espontaneo y puede analizarse en su totalidad.
DESVENTAJAS: las posibles generalizaciones erróneas, la posible influencia del observador en los objetos observados y que la observación solo dura el tiempo en el que se produce la situación por lo que hay que ser muy oportuno o muy constante para hacerlo correctamente.

¿CÓMO  PODRÍAMOS APLICARLO EN EL EJERCICIO PROFESIONAL?
Nos hemos propuesto dar respuesta a la pregunta: ¿qué diferencias de actuación existen entre los chicos y chicas populares y retraídos en una clase?
Observaremos a los alumnos durante los tiempos de descanso y en las clases. Para ello, la investigación se realizará durante una quincena en el periodo lectivo. La realizaremos en la vida cotidiana, mediante una observación de campo y será directa, puesto que nos ponemos en contacto con la situación y tomaremos los datos personalmente. Actuaremos de forma participativa, será realizada por el tutor, que se encuentra incluido en el grupo observado, ya que forma parte del conjunto del aula y tomará la información desde dentro. La observación será estructurada y utilizaremos una tabla con directrices dadas y factores que observar, realizada con anterioridad.
Para la recogida de datos utilizaremos un diario de campo en el que el observador tomará notas de las actitudes de los alumnos. Realizaremos grabaciones de audio en el aula en trabajos en grupo.
El objetivo de nuestra investigación es mejorar la convivencia en el aula y eliminar las desigualdades entre los distintos grupos sociales creados en la clase: populares y retraídos.
Estamos interesados en presenciar actuaciones compartidas entre individuos de los dos grupos:

  •               Juegos en el horario de recreo.
  •               Actividades individuales en el aula.
  •               Actividades grupales en el aula.
  •            Actividades en distintas materias (educación física, música, inglés…).
  •       Momentos antes de comenzar el día. A la llegada y salida del colegio (formación de las filas).

El procedimiento de observación que vamos a utilizar en cada caso será:
v     Para observar los juegos en el horario de recreo, tomar datos cada día sobre a qué juega cada individuo y con quién se relaciona.
v     Para las actividades individuales observaremos el interés, la rapidez, la eficacia y las reacciones sobre las valoraciones de su trabajo.
v     Para las actividades grupales en las que trabajarán conjuntamente, y no con su grupo de amigos, individuos de los dos grupos sociales observados,  utilizaremos  grabaciones de voz para después poder analizar  más concretamente las aportaciones de cada niño al trabajo y realizar las comparaciones pertinentes.
v     Para las actividades en las distintas materias, visitaremos las clases de las asignaturas específicas realizando las observaciones oportunas de la misma manera que en las actividades tanto individuales como grupales.
v     Para los momentos antes de comenzar el día, llegada y salida del colegio, anotaremos  cómo es la conducta al separarse de sus familiares o cuidadores que acudan al colegio en dichas horas y reencontrarse con su grupo con el que ha de pasar el resto del día. También tendremos en cuenta cómo es la realización de las filas a las salidas y entradas del aula.

ANÁLISIS DE DATOS
Llevaremos a cabo un análisis individual de los distintos datos recogidos en estas dos semanas, de forma que obtengamos información sobre cada uno de los alumnos. Buscaremos coincidencias y diferencias entre ellos y finalmente analizaremos en su conjunto las actitudes de cada grupo social diferenciándolos entre ellos.

CONCLUSIONES FINALES
A partir de los análisis llegaremos a concretar cuáles  son las características principales de las actuaciones de los individuos de cada grupo.




BIBLIOGRAFÍA
DeWalt, Kathleen M. & DeWalt, Billie R. (1998). Observación participativa. En H. Russell Bernard (Ed.), Handbook of methods in cultural anthropology (pp.259-300). Walnut Creek: AltaMira Press.
Holman Jones, Stacy (2004, Septiembre). Building connections in qualitative research. Carolyn Ellis and Art Bochner in conversation with Stacy Holman Jones [113 párrafos]. Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research, 5(3), Art.28. Disponible en: http://www.qualitative-research.net/fqs-texte/3-04/04-3-28-e.htm el 28/04/16.
PADUA, JORGE. (1987). Técnicas de investigación aplicadas a las ciencias sociales. Bolivia: Alianza SIDALC. Recuperado dehttp://www.sidalc.net/ el 28/04/16.
Prof. María Soledad Fabbri. (2006). Las técnicas de investigación: la observación. 30/04/16, de Fhumyar.unr.edu.ar Sitio web:http://www.fhumyar.unr.edu.ar/escuelas/3/materiales%20de%20catedras/trabajo%20de%20campo/solefabri1.htm



Rubén Carrasco López
Estrella Serrano Esteban
Paloma Serrano Esteban

2º Primaria A